Finduilas es una princesa elfa hija del rey Orodreth de Nargothrond de la magnífica obra El Sillmarillion de J.R.R. Tolkien.
En un primer momento, antes de conocer a Túrin Turambar (un mortal de la casa de Hador, hijo de Húrin) amaba al elfo Gwindor, hijo de Guilin. Él la llamó Faelivrin, que significa “la luz del sol sobre los estanques de Ivrin”. Sin embargo cuando Túrin llegó a Nargothrond con Gwindor bajo una identidad falsa, ocurrió que Finduilas dejó de amar al elfo y su corazón se prendó del hijo de Húrin. Pero Túrin no se dio cuenta y ella, con el corazón desgarrado fue desdichada y se volvió lánguida y silenciosa. Gwinor descubrió su amor por el humano y le dijo que no e enamorara de un hombre porque Túrin no era como Beren. Entonces le confesó la verdadera identidad de Mormegil ( la espada negra) como solían llamarle. Eso no hizo otra cosa que alimentar más su amor por él.
Túrin se marchó de Nargothrond para ir a la guerra contra Morgoth. Mientras tanto Finduilas permaneció en la ciudad. Túrin y Gwindor lucharon con valentía. Cuando el elfo estaba moribundo en los brazos del humano, le hizo prometer que volvería a salvar a Finduilas. Sin embargo las huestes de Morgoth llegaron antes y saquearon la ciudad. Glaurung el dragón lo asoló todo. Las doncellas que no mataron habían sido llevadas como rebaño ante las puertas para ser sometidas al vasallaje de Morgoth. Finduilas se encontraba entre ellas.
En un primer momento, antes de conocer a Túrin Turambar (un mortal de la casa de Hador, hijo de Húrin) amaba al elfo Gwindor, hijo de Guilin. Él la llamó Faelivrin, que significa “la luz del sol sobre los estanques de Ivrin”. Sin embargo cuando Túrin llegó a Nargothrond con Gwindor bajo una identidad falsa, ocurrió que Finduilas dejó de amar al elfo y su corazón se prendó del hijo de Húrin. Pero Túrin no se dio cuenta y ella, con el corazón desgarrado fue desdichada y se volvió lánguida y silenciosa. Gwinor descubrió su amor por el humano y le dijo que no e enamorara de un hombre porque Túrin no era como Beren. Entonces le confesó la verdadera identidad de Mormegil ( la espada negra) como solían llamarle. Eso no hizo otra cosa que alimentar más su amor por él.
Túrin se marchó de Nargothrond para ir a la guerra contra Morgoth. Mientras tanto Finduilas permaneció en la ciudad. Túrin y Gwindor lucharon con valentía. Cuando el elfo estaba moribundo en los brazos del humano, le hizo prometer que volvería a salvar a Finduilas. Sin embargo las huestes de Morgoth llegaron antes y saquearon la ciudad. Glaurung el dragón lo asoló todo. Las doncellas que no mataron habían sido llevadas como rebaño ante las puertas para ser sometidas al vasallaje de Morgoth. Finduilas se encontraba entre ellas.
Por el camino Glaurung hechizó a Turín hipnotizándolo con su mirada y paralizándolo. Él vio sin poder hacer nada como loa orcos se llevaban el hato de cautivas y Finduilas le pedía ayuda. Cuando se alejaron Glaurung lo liberó de la hipnosis pero lo engañó diciéndole que si iba tras Finduilas su madre Morwen y su hermana Nienor morirían. Así que ese fue el motivo por el que Turín fue en pos de sus prientes y abandonó a la princesa elfa rompiendo el juramento que le hizo a Gwindor. Cuando se dio cuenta del engaño y vio que sus familiares estaban a salvo buscó a Finduilas. Pero ya era demasiado tarde. Cuando liberó a unos hombres de los bosques de Brethil supo por ellos que Finduilas había muerto.
La clavaron en un árbol con una lanza y antes de morir dijo: “Decid a Mormegil que Finduilas está aquí “. Al lugar del asesinato los hombres de Brethil del la casa de Haleth que la reconocieron y enterraron, lo llamaron Haudh-en- Elleth, el Túmulo de la doncella Elfo.
Este personaje junto con el de Lúthien fue de los que más me hizo llorar leyendo el Sillmarillion. Dedicado a tu memoria, Finduilas.
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