jueves, 18 de octubre de 2007

MILADY DE WINTER


Milady es la hermosa mujer fatal, espía y sicario del Cardinal Richelieu creada por Alexandre Dumas en Los tres mosqueteros. Su destino estuvo marcado por una vida maldita y trágica repleta de intrigas y peligro. En su adolescencia vivió en el convento de las Benedictinas de Templemar. Ahí sedujo al cura, y siendo los votos de ambos irrevocables, le instó a hurtar los vasos sagrados de la iglesia y fugarse. Fueron atrapados, más de nuevo logró seducir al hijo del carcelero y evadir la prisión. El joven sacerdote fue condenado a prisión y a recibir en su cuerpo la marca de la ignominia: la flor de lis de Francia. El destino quiso que el verdugo fuera el hermano del sacerdote, que no descansó hasta encontrar a la que él llamaba la instigadora de su hermano, y marcarla también. Sin embargo, los amantes se encontraron de nuevo al lograr escaparse, fueron a vivir al Berry, donde él obtuvo una parroquia y ella pasaba por su hermana. El señor de esas tierras se enamoró de ella y la tomó por esposa, convirtiéndose en la condesa la Fére. Un día, el conde descubrió la marca en su cuerpo, y como era de conducta intachable, la colgó de un árbol y se fue de sus tierras, creyéndola muerta. Se unió a los Mosqueteros del rey Luis XIII


bajo el nombre de Athos. Ella huyó a Inglaterra donde contrajo matrimonio con Lord de Winter, con quien procreó un hijo y fue conocida como Lady Winter. Unas horas después de que el barón la nombrara su heredera, falleció de una extraña enfermedad, muerte de la cual el nuevo Lord de Winter, hermano del finado esposo, siempre culpó a Milady.
Como agente de confianza del Cardenal Richelieu, cumplió con la misión de hacer asesinar al
Duque de Buckingham, instando a esto al puritano Felton, hombre de confianza del segundo Lord de Winter. Poco después fue juzgada por los cuatro célebres mosqueteros, D'Artagnan, Athos, Porthos y Aramis, quienes decidieron su ejecución junto con Lord Winter. Fue decapitada por el mismo verdugo que la marcó, quien obtuvo así su venganza por la muerte de su hermano, que se colgó al ser traicionado por Milady, cuando ésta se casó con el Conde la Fére.
Milady dejó un hijo, Mordaunt, quien en la novela "
Veinte años después" busca infructuosamente vengar la muerte de su madre. Algunas de las intrigas más famosas de Milady fueron el robo de los herretes de diamante, el intento de seducción a Dartagnan y el envenenamiento de Constance Bonancieux.

BOUDICA









Boudica fue una reina guerrera de Britania que acaudilló a los icenos y a otras tribus bretonas, incluyendo a sus vecinos los trinovantes, durante el mayor levantamiento contra la ocupación del Imperio romano entre los años 60 y 61 d. C., durante el reinado del emperador Nerón. Estos hechos fueron narrados por dos historiadores, Tácito (Anales y La vida de Julio Agrícola) y Dión Casio (Historia romana).
Boudica provenía de familia de aristócratas. Dión Casio narra de ella que “poseía una inteligencia más grande que la que generalmente tienen las mujeres”, que era alta, de voz áspera y mirada feroz, cabello pelirrojo hasta la cadera, túnica de muchos colores y un manto grueso ajustado con un broche. Siempre usaba un largo collar de oro, posiblemente un torque.
Su esposo Prasutagus era el líder de los icenos, que habitaban la zona de Norfolk (al este de Inglaterra). Al principio no fueron parte del territorio invadido por los romanos, porque se aliaron a Roma protegiendo así su herencia y linaje.
Cuando Prasutagus murió, su idea de preservar su linaje fue ignorada, y su reino fue anexado como si hubiera sido conquistado. Las tierras y todos los bienes fueron confiscados, y los nobles tratados como esclavos.
Una parte de su herencia fue para Nerón, pero los romanos querían también la dote de sus hijas. Un ejército romano atacó a los icenos y les despojó de sus bienes. Exigieron una deuda que Boudica, la entonces reina, no podía pagar. Por ello los romanos volvieron y la humillaron. De acuerdo con Tácito, los romanos azotaron a Boudica y violaron a sus dos hijas.
En el año 60 o 61, mientras el gobernador Cayo Suetonio Paulino estaba en el norte de Gales llevando a cabo una campaña contra la isla de Anglesey, refugio de los británicos rebeldes y un centro druídico, los icenos conspiraron para levantarse contra los romanos. Eligieron a Boudica como su líder. Logró reunir a varias tribus britanas, comenzando una revuelta y destruyendo la castra o fortaleza de Camulodunum.



El primer blanco de los rebeldes fue Camulodunum la antigua capital de Trinovantia, que se había vuelto una colonia romana. El ejército de Boudica cayó sobre la ciudad mal defendida y la destruyó. Sitiaron a los últimos defensores en el templo durante dos días hasta que cayeron.
La legión IX Hispana fue enviada para detener a Boudica, pero cayó en una emboscada. Suetonio Paulino, gobernador de Britania, se dirigió a Londinium, el próximo objetivo de Boudica, pero ante la imposibilidad de defenderla, se retiró de la misma, pudiendo así ella incendiar la ciudad. Suetonio Paulino no llegó a tiempo pera defender Verulanium, y la ciudad también fue arrasada.
Por fin, Paulino y Boudica entablaron batalla. Paulino estaba en una gran inferioridad numérica, pero se encontraba en un terreno donde no podía ser flanqueado. Los carros britanos no tuvieron éxito, y cuando la infantería britana se disponía a atacar, los romanos formaron en cuña y cargaron. La caballería romana persiguió a los britanos que huían. Boudica acabó suicidándose con veneno para evitar que los romanos la atraparan.


jueves, 4 de octubre de 2007

EL CID


RODRIGO DÍAZ DE VIVAR


Nació a mitad del siglo XI(hacia 1043) en Vivar. Era hijo de Diego Laínez (infanzón de Vivar) y de Teresa Rodríguez. Al quedar huérfano de padre, se crió en la corte del rey Fernando junto al príncipe Sancho, de cuyo séquito formaba parte.
Fue investido caballero alrededor del año
1060, en la iglesia de Santiago de los Caballeros (Zamora). Entre 1063 y 1072 fue el brazo derecho de Sancho y guerreó junto a él en diversas batallas. Fue nombrado alférez del rey cuando Sancho accedió al trono de Castilla (Sancho II) en 1065, al mando de la milicia real.
En
1067 obtuvo el título de Campeador (Campidoctor) al vencer en combate a Jimeno Garcés, el alférez del rey de Navarra, para dirimir una disputa por unos castillos fronterizos en la llamada Guerra de los Tres Sanchos.
Como jefe de las tropas reales, acompañó a Sancho en la guerra que mantuvo con su hermano
Alfonso VI, rey de León y con su hermano García, rey de Galicia, con el objeto de reunificar el reino dividido tras la muerte del padre. Desempeñó un papel notable en las victorias de Llantada (1068) y Golpejera (1072). Tras esta última, Alfonso VI fue capturado y Sancho II se adueñó de León y, a continuación, de Galicia.
Parte de la nobleza leonesa se sublevó y se hizo fuerte en
Zamora, bajo el amparo de la infanta doña Urraca, hermana de los anteriores. Sancho II, con la ayuda de Díaz de Vivar, sitió la ciudad, pero murió asesinado por el noble zamorano Bellido Dolfos.
Alfonso VI sucedió a su hermano en el Reino de Castilla y en el de León. En su calidad de alférez real, tomó juramento a Alfonso VI de no haber intervenido en la muerte de su hermano Sancho II.

Las relaciones entre Alfonso y Díaz de Vivar fueron buenas en principio; el nuevo rey le proporcionó un honroso matrimonio con
Jimena Díaz (julio de 1074), noble asturiana, bisnieta de Alfonso V, con quien tuvo tres hijos: Diego, María y Cristina .
En
1079 fue comisionado por el rey para cobrar las parias al rey de Sevilla. Durante esa misión, ganó un combate contra las tropas del rey moro de Granada, a las que acompañaban las de García Ordóñez, en misión similar a la de Díaz de Vivar.
El ataque sufrido por Díaz de Vivar, sin embargo, tuvo una relevancia especial por cuanto, al parecer, habría sido parte de una maniobra del propio Alfonso VI con el objeto de desequilibrar las fuerzas de los
reinos de Taifas en su beneficio. Sin saberlo, la misión de Díaz de Vivar fue en contra de los planes de su rey. Por lo demás, su victoria frente a un noble de buena posición en la corte, García Ordóñez, complicó su situación.
Esto tuvo como consecuencia que el rey decretase su
destierro.
A finales de
1080 o principios de 1081 partió. Junto con sus vasallos entró al servicio desde 1081 hasta 1085 del rey de Zaragoza, al-Mutamín, que encomendó al Cid en 1082 una ofensiva contra su hermano, el gobernador de Lérida, Mundir, que, aliado con el conde Berenguer Ramón II de Barcelona y el rey de Aragón, Sancho Ramírez, no quería acatar el poder de Zaragoza a la muerte del padre de los dos.
La mesnada del Cid derrotó a la coalición, en la
batalla de Almenar, donde fue hecho prisionero el conde Ramón Berenguer II. El apoteósico recibimiento de los musulmanes de Zaragoza al Cid al grito de «sīdī» («mi señor» en árabe) pudo originar el apelativo de «mio Çid». En 1084 el Cid desempeñaba una misión en el sureste de la taifa zaragozana, atacando Morella. Al-Mundir, señor de Lérida, Tortosa y Denia, vio en peligro sus tierras y recurrió de nuevo a Sancho Ramírez, que le atacó el 14 de agosto de 1084. De nuevo el castellano se alzó con la victoria.
La invasión
almorávide y la derrota en 1086 de Alfonso VI en la batalla de Sagrajas, propiciaron el acercamiento entre rey y vasallo. En 1089 se produjo una nueva disensión con el rey, al llegar tarde las tropas de Díaz de Vivar al sitio de Aledo, lo que le provocó un segundo destierro. Junto con su mujer Jimena y sus soldados más leales marchó en busca de gloria.
A partir de este momento, planteó su intervención en Levante como una actividad personal. En
1090 saqueó el Reino de Denia y después se acercó a Murviedro ( Sagunto), provocando el miedo de Al-Qadir en Valencia, que pasó a pagarle tributos. El rey de Lérida, por su parte, pidió ayuda frente a Díaz de Vivar al conde de Barcelona, Berenguer Ramón II, al que derrota en Tévar en 1090. Como consecuencia de estas victorias, se convirtió en la figura más poderosa del oriente de la Península.
Salió victorioso de una alianza entre castellanos, aragoneses y catalanes para apoderarse de
Valencia en 1092. Como represalia, lanzó un ataque sobre La Rioja que obligó a Alfonso VI a volver a su reino. A estas alturas todo Levante, excepto Zaragoza, pagaba sus parias a Díaz de Vivar.
En otoño de 1092 se vio obligado a pensar en el asalto a
Valencia, perdida tras la muerte de su protegido; puso sitio a la ciudad y, finalmente, entró en ella el 15 de junio de 1094.
Establecido ya en Valencia, se alió con
Pedro I de Aragón y con Ramón Berenguer III con el propósito de frenar el empuje almorávide. Las alianzas militares se reforzaron con matrimonios. Una hija suya, María, casó con Ramón Berenguer III, y su otra hija, Cristina, con el infante Ramiro Sánchez de Navarra.
A comienzos del año 1097, los almorávides atacaron el territorio valenciano. Pedro I de Aragón acudió en auxilio del Cid y vencieron a los musulmanes. Ese mismo año, Rodrigo envió a su hijo Diego Rodríguez, a luchar junto a Alfonso VI contra los almorávides. Las tropas de Alfonso VI fueron derrotadas y Diego perdió la vida en la Batalla de Consuegra.
El Cid murió en Valencia en 1099 debido a unas fiebres. Doña Jimena consiguió defender la ciudad con la ayuda de su yerno Ramón Berenguer III durante un tiempo, pero en mayo de
1102, con ayuda de Alfonso VI, la gente de El Cid abandonó Valencia.
Sus restos fueron inhumados en el monasterio burgalés de
San Pedro de Cardeña. Durante la Guerra de la Independencia los soldados franceses profanaron su tumba. Los restos fueron recuperados y, en 1842, trasladados a la capilla de la Casa Consistorial de Burgos. Desde 1921 reposan junto con los de su esposa doña Jimena en un emplazamiento privilegiado de la Catedral de Burgos.

sábado, 11 de agosto de 2007

DIÓGENES


Diógenes el Cínico( c. 412 a.C.-323 a.C.)
"Cuando estoy entre locos me hago el loco"

El filósofo Diógenes, llamado el Cínico, nació en la ciudad de Sínope alrededor del año 412 a. de C. Su padre era tesorero de la ciudad, pero fue acusado de apropiarse de fondos públicos. Fue encarcelado y Diógenes fue desterrado. Se dice que Diógenes dijo al partir: "Ellos me condenan a irme, yo los condeno a quedarse."

Visitó Esparta, Corinto y llegó a Atenas, donde quiso estudiar con el filósofo Antístenes. Éste enseñaba a evitar la tentación de los placeres y la inutilidad de las convenciones sociales. Al principio Antístenes se negó a recibirlo e incluso lo golpeó con un bastón. Diógenes dijo entonces: "Golpéame, Antístenes, pero nunca encontrarás un bastón lo suficientemente duro como para apartarme de tu presencia, mientras pronuncies palabras de valor." Complacido, Antístenes lo admitió como discípulo.

Antístenes fue el fundador de la escuela de los Cínicos, y Diógenes se convirtió en su figura más importante. Los cínicos tomaban como ejemplo de conducta a la naturaleza y los animales, pues predicaban la autosuficiencia como forma de alcanzar la felicidad. El nombre de Cínico (en griego kynikós) se deriva de la palabra kynós , que significa "perro". Conforme a este ideal, Diógenes se vestía con telas toscas y llevó una vida muy austera. Descansaba en los pórticos de los templos atenienses, y en una ocasión pidió a un amigo que le consiguiera un lugar para vivir. Al pasar el tiempo sin recibir respuesta, Diógenes tomó como hogar un tonel, soportó las inclemencias del tiempo y sólo comía lo que le proporcionaban manos caritativas.

Los cínicos tomaron como modelos a la naturaleza y los animales, los adoptaron como ejemplos de autosuficiencia y basándose en ello propusieron un modelo de comportamiento ético que consideraban fundamental para alcanzar la felicidad. Llevó una vida de austeridad y mortificación. Una historia relata que lo único que poseía Diógenes era un tazón que usaba para beber agua de una fuente, pero la desechó por se innecesaria el día que vió a un joven bebiendo del cuenco de la mano.

Los cínicos también rechazaban las convenciones sociales. Diógenes especialmente criticaba las diferencias de clase. Se dice que estaba comiento lentejas cuando fue visto por el filósofo Aristipo, que vivía con comodidad a expensas de la corte ateniense. Aristipo le dijo a Diógenes: "Si aprendieras a adular al rey, no tendrías que comer lentejas". Diógenes replicó: "Si aprendieras a comer lentejas, no tendrías que adular al rey".

Despreciaba a los letrados de su épóca por recitar los sufrimientos de Odiseo, tal y como fueron relatados por Homero, pero que no atendían a los sufrimientos de sus propios conciudadanos. Criticó también a los oradores que predicaban la verdad, pero no la practicaban. Recorría también las calles de Atenas a plena luz del día, colmada de gentes, llevando en su mano una linterna encendida. Al preguntársele la razón de este acto, contestaba: "Busco un hombre" refiriéndose a un hombre honesto y no borregos sujetos sociales cegados por el lujo y la hipocresía.

Cuando era ya un hombre de edad avanzada, quiso viajar a Egina, pero fue capturado por piratas, quienes lo llevaron a Creta para ser vendido como esclavo. Cuando se le preguntó qué sabía hacer, respondió: "Sé gobernar a los hombres, por lo tanto véndeme a quien necesite un amo". Esta respuesta fue escuchada Xeníades, un hombre acaudalado de Corinto. Impresionado, compró a Diógenes, le devolvió la libertad y le pidió que educara a sus hijos y se encargara de sus asuntos domésticos. El filósofo demostró tanta sabiduría y fidelidad que Xeníades no se cansaba de decir que los dioses habían enviado un genio a su casa.

Fue durante su residencia en Corinto que ocurrió el célebre encuentro entre el filósofo y Alejandro Magno de Macedonia. Según relata Plutarco, Alejandro se encontraba en Corinto recibiendo honores por haber conseguido el liderazgo de las fuerzas griegas para enfrentarse a los persas. Aunque Alejandro estaba rodeado de las grandes personalidades de Grecia, se asombró al no encontrar entre ellas a Diógenes, cuya fama había llegado hasta sus oídos. Deseoso de conocer a alguien que mostraba tal desdén por la autoridad y el poder, Alejandro fue en su busca, y lo encontró tomando el sol. Se acercó y le dijo: "Soy Alejandro de Macedonia; dime en qué te puedo servir". Diógenes respondió: "Apártate a un lado, pues me tapas el sol". Alejandro se apartó asombrado y dijo a sus amigos: "Si yo no fuera Alejandro, desearía ser Diógenes".
Diógenes falleció en el 323 a. de C. aproximadamente. En su tumba fue erigida una columna de mármol, coronada por la figura de un perro. No dejó sistemas filosóficos, pues siguiendo con el ideal cínico se concentró más en el ejemplo que en la teoría.

viernes, 27 de julio de 2007

SIGURD/ SIGFRID



Sigurd de la Saga de los Volsungos y Sigfrid de El Cantar de los Nibelungos, es el mismo personaje pero con nombres distintos.

Era hijo de Sigmund y Hjördís (Siglinda) y un valiente héroe germánico que derrotó al dragón Fafnir y se quedó con el tesoro maldito sellando trágicamente el destino de cuántos se acercaban a él y compartían sus riquezas. Al bañarse con la sangre del dragón, se hizo más sabio e invulnerable excepto en un trocito de espalda donde le cayó una hoja de tilo. (Obsérvese el parecido con el mito de Aquiles).

Se enamoró de la valkiria Brynhild (Brünhild, Brunilda), a la que Odín había condenado a un sueño indefinido clavándole una espina envenenada por desobedecerlo apoyando a un rey enemigo. Sigurd la salvó rompiendo su coraza y quitándole la espina. Ella le correspondió y se prometieron. El héroe juró volver a buscarla para superar sus pruebas ( ella ponía pruebas imposibles a los que aspiraban a su mano) y casarse con ella. Tuvieron juntos una hija: Áslaug.

Sin embargo nunca llegó a tomar a Brynhild por esposa debido a un engaño urdido a sus espaldas. Cuando llegó a la corte de Gunnar(Günter), la madre de éste, Grimhild, decidió que un héroe así le convendría a su casa y quiso convertirlo en el esposo de su hija Gudrun (Krimhild, Krimilda). Cómo ella era experta en las artes de la magia, se dio cuenta del gran amor que Sigurd sentía por Brynhild. Por esa razón creó un pócima para que olvidara su amor por ella y se enamorase de Gudrun. Así ocurrió y terminó casándose con la hermana de Gunnar.


Su cuñado, queriendo tomar esposa y anhelando poseer por su gran belleza y su alto rango a Brynhild, le pide ayuda para superar las difíciles prubas de la valkiria. Sigurd acepta. Van en busca de la doncella guerrera y ella se lleva un gran desengaño cuando ve que es Gunnar y no su amor quien viene a por ella. Sigurd toma la apariencia, mediante la magia del anillo de Andvari, de Gunnar y cabalga a través de la llama ardiente (prueba que Brynhild ponía a sus pretendientes y que sólo Sigurd podría pasar) superando el reto. La desilusión de ella fue inmensa pero no tuvo más remedio que casarse con Gunnar pues había dado su palabra.

Ya casadas las dos parejas (Sigurd con Gudrun y Gunnar con Brynhild) surgió un enfrentamiento entre las dos reinas. En una versión es en la puerta de la iglesia y la otra cuando fueron a bañarse al río. Brynhild despreció a Gudrun argumentando que Sigurd era inferior a Gunnar y Gudrun le respondió contándole cómo la habían engañado los dos hombres para conseguirla. Brynhild montó en cólera y conspiró con su marido y un hermano de éste para que Sigurd fuera asesinado.

En una partida de caza los que habían jurado ser sus hermanos de sangre lo traicionan y le clavan una lanza en el único lugar donde era vulnerable. Sigurd es asesinado y Brynhild, que aún lo amaba pese a todo, atormentada por el sufrimiento y los remordimientos, se suicida para yacer en la misma pira en la que el héroe fue incinerado. Gudrun, por su parte, consciente de la traición de sus hermanos a Sigurd, se casa con Atila el rey de los hunos y planea una venganza contra sus familiares, que desencadena una gran matanza y la destrucción de todos en un terrible incendio.

RHIANNON

Rhiannon es La que Cabalga entre los Mundos.
Conocida también como “Rigantona”, su nombre significa “Gran Reina”. Originalmente fue la Diosa celta Epona pero en El Mabinogion (libro que contiene una parte de la mitología celta) su historia se reduce a una leyenda según la cual era hija de Hefaidd Hen (Heveid el Viejo), Señor del Mundo Subterráneo.

Esta leyenda cuenta que el rey Pwyll, un hombre mortal, fue advertido de cierto prodigio que sucedía a quien permaneciera mucho tiempo sentado sobre un cerro cercano a su residencia. Allí el rey vio que se trataba de una hermosa mujer, de largos cabellos rubios, montada sobre una yegua blanca. Ante el fracaso de todos quienes intentaban darle alcance, Pwyll decidió ir él mismo tras ella.

Luego de tres intentos infructuosos ante la rapidez de la cabalgadura de Rhiannon, el rey le suplicó que por favor se detuviese y ella accedió. “Si veías que venía tras de ti, por qué no te detuviste?, preguntó el rey. “Porque no me lo habías pedido”, respondió la Diosa. A pesar de no ser una mujer mortal se casó con Pwyll y tuvieron un hijo, Pryderi, que fue secuestrado al nacer.Rhiannon fue acusada de haberle dado muerte y ella misma creyó que había sido así hasta que finalmente el niño regresó sano y salvo luego de siete años. Después de estar con Pwyll fue la esposa de Manawydan.

Rhiannon es la Gran Reina de Mayo a quien honraban durante las fiestas de Beltane, el tiempo que media entre el equinoccio de primavera y el solsticio de verano, que en el viejo continente se celebra el 1 de ese mes. Diosa del Amor y también del Submundo donde habitan las almas de los muertos, podía cabalgar a voluntad entre los mundos e iba siempre acompañada por una nube de pájaros.



La Diosa logró sobrevivir en la figura de Lady Godiva. Durante muchísimos años, en Coventry, se conservó la tradición de elegir a la reina de Mayo para presidir la procesión semipagana desde lo alto de una yegua blanca. Aún hoy se celebra, con una pequeña diferencia: en 1826 las doncellas que representaban a Godiva en la procesión anual fueron obligadas a montar vestidas.

jueves, 26 de julio de 2007

BRYNHILD








En la mitología nórdica
, Brynhildr o Brunilda fue una skjaldmö (doncella escudera) y una valquiria.


Aparece como uno de los personajes en la Saga de los volsungos y también en la Edda poética, por ejemplo en el Helreið Brynhildar (El viaje infernal de Brynhild).
Bajo el nombre de Brünnhilde figura en el
Cantar de los Nibelungos y en la ópera de Richard Wagner El anillo de los nibelungos.
Probablemente, Brunilda está inspirada en la princesa visigótica y posterior reina
Brunegilda de Austrasia.


Edda poética
Aunque algunos estudiosos mantienen una postura diferente, frecuentemente, Sigrdrífa de la Saga Volsunga y el Sigrdrífumál o Canción de Sigrdrífa (de la Edda poética) es identificada con Brunilda.

La Saga Volsunga
En esta
saga Budli es el padre de Brunilda. Odín mandó a esta valquiria decidir la lucha entre dos reyes. En vez de favorecer a Hjalmgunnar, ella decide ayudar a Agnar, por eso el dios la castigó encerrándola en un castillo donde debía dormir hasta que fuera rescatada.

El héroe Sigurd (Sigfrid en el Cantar de los Nibelungos) llega hasta ella, la libera y recibe sus dones en agradecimiento. Se va, pero antes le promete volver para casarse con ella. Sin embargo, por un filtro mágico, Sigurd se casa con Gudrun (Krimilda en el Cantar de los Nibelungos) y olvida a la valquiria.


Más tarde, engaña a Brunilda para que se case con su cuñado Gunnar (Gunter) haciéndose pasar por él tras haber tomado su apariencia mediante magia y luchando contra ella. Brunilda sólo se casaría con aquel hombre que fuera capaz de vencerla en combate. El único hombre capaz de semejante hazaña realmente era Sigurd.

Tiempo después, la valquiria, siendo ya esposa de Gunnar, se da cuenta de la treta mediante una pelea que tiene con Gudrun en la puerta de la iglesia, donde ésta última le revela la verdad. Brunilda monta en cólera y se venga del héroe por su traición. Sin embargo su muerte le pesa porque no ha dejado de amarlo y termina quitándose la vida para que su cuerpo descanse junto al de Sigurd.


El Cantar de los nibelungos
En el
Cantar de los nibelungos, Brünhild es reina de Islandia y, en general, abarca los mismos sucesos.